martes, septiembre 28, 2010

Charlas y certezas

Hoy he tenido una bonita charla con un antiguo profesor que me prestó algo de su amor por la literatura. Las bonitas charlas son aquellas que mezclan un pasado lleno de buenos recuerdos con un presente de buenas palabras y un futuro de deseos a cumplir. La charla me pareció deliciosa.

Luego, un poquito después, se me ha cruzado por delante de la cara una certeza que me da miedo. Alguién me dijo una vez que no estaría lejos el momento en que, penosamente, los edificios públicos contaran todos, a la fuerza, con personal de seguridad. La biblioteca cada vez que la piso me deja un regusto extraño en ese sentido. Amargor con fondo dulce. Más de un padre y de una madre no haría mal en darse una vuelta por allí. Pasillos vacios, libros abandonados y el wifi echando humo de las conexiones al tuenti. ( eso sí, desde sus ordenadores de la Junta. Que ya podrían haber bloqueados esos accesos en un material "pedagógico").

Laín Coubert

domingo, septiembre 19, 2010

Esas cosas raras llamadas libros (y XCVIII)

En estos días he estado enfrascado en la lectura de El último merovingio de Jim Hougan, un libro que mezcla de una forma contundente el misterio, las leyendas y el espionaje.
El agente de la CIA Jack Dunphy está destinado en Londres, donde trabaja bajo una tapadera para detener a importantes blanqueadores de dinero. Estando allí le ordenan controlar las llamadas telefónicas de un profesor de Psicología, y cuando lo hace el profesor es brutalmente asesinado.
Tras ello debe salir pitando de Inglaterra y volver a Langley, donde es relevado de sus servicios. Es en ese momento cuando empieza a investigar lo que ha ocurrido alrededor de la muerte del psicólogo y llegará a descubrir una oscura red de intereses que se vienen tejiendo desde los tiempos de Cristo hasta el presente. En esta trama descubrirá que han estado involucrados personajes como Allan Dulles, Carl Jung o Ezra Pound.
La investigación lo llevará por multitud de países, siempre perseguido por la CIA, el MI-5 y unos mafiosos a los que estaba blanqueando el dinero.
Los datos acerca del círculo Magdalena (protectores de la estirpe de María Magdalena) lo llevarán a conocer las leyendas sobre los merovingios que trazarán una línea entre el pasado y el futuro.

El libro me ha sorprendido por ser realmente bueno en su trama, y aunque su fondo es parecido al de otros como el código Da Vinci, quizás éste de Hougan tenga más atracción hacia el lector y esté mejor escrito.

La edición que yo he leído y que está en la biblioteca municipal de El Viso es la de la colección de Planeta "Misterios y enigmas de la Historia".

Laín Coubert

miércoles, septiembre 15, 2010

Quiero más

El pie se mueve lentamente. Está dentro de esa adidas de ribetes verdes. Los cordones atados con desgana y cansados de rozarse con ese cesped empapado de charlas de entre clases. La montaña de libros descansa en precario equilibrio y el subrayador se asoma peligrosamente al suicido. Un subrayador verde que ha dejado su huella en las hojas y hojas de apuntes y que aspira a llegar a Navidad. El mp3 sigue sonando.
Por el lateral solo hace pasar gente. Van de económicas a empresariales. Nunca al revés. ¿O es que siempre miro cuando van en esa dirección?

¿De que iba la conversación? Bueno, sinceramente, no pasa nada si no podemos retomar el hilo.
Bendita universidad.

martes, septiembre 14, 2010

Fanatismo

Lo de quemar cualquier libro religioso es una pasada. Pero no lo es menos que algunos se crean con la capacidad de cambiar algunas cosas por el particular punto de vista sesgado que les da su religión. Lo de cambiarle el nombre a una discoteca porque supuestamente su nombre daña el honor de los musulmanes es un error. Y los sistemas sociales de occidente no tendrían que permitirlo. ¿Qué será lo próximo? ¿Prohibir las cervezas porque les molesta el consumo de alcohol?
Cada vez me da más miedo este islamismo tan segado y fanático que arriba a nuestra sociedad.

Laín Coubert

sábado, septiembre 11, 2010

Esas cosas raras llamadas libros ( y XCVII)

Sevilla, estación terminus es un libro escrito por el onubense de nacimiento José María Vaz de Soto. Una novela que aspira a algo más, ya que, casi al completo, es un cúmulo de reflexiones en forma dialogada entre los dos personajes principales. En dichas reflexiones analizan diferentes aspectos como pueden ser la muerte, la vida, el amor, el pasado....Igualmente aprovechan para atizarle a conceptos como el marxismo, el psicoanálisis (intentos erroneos de cambiar el mundo) y hasta a partidos como el PSOE o a "la derecha democrática".
Son dos viejos amigos que vuelven a verse en Sevilla, los dos envueltos en problemas de salud, y que por esa situación analizan con gran complejidad la realidad, apoyándose en numerosos autores anteriores.
Durante todas estas reflexiones los acompañan algunas personas que van entrando y saliendo de la novela, pero que desembocan en un crimen que vendrá a unirse a las noches de "Marqués de Cáceres" y quesos que se viven en una azotea de Sevilla. Una Sevilla, por cierto, la que describe el autor muy alejada de los estereotipos a los que estamos acostumbrados.

Una novela llamativa, que hace reflexionar sobre muchos asuntos y que gustará a la gente que alguna vez se ha planteado, de verdad y a fondo, las preguntas que se plantean los protagonistas.

Está publicada por la sevillana Algaida y está presente en la biblioteca de El Viso.

Laín Coubert

lunes, septiembre 06, 2010

Calles

Una de las cuestiones que más se ve encima de las mesas de un Ayuntamiento como el de El Viso es el del uso de la vía púbica. El espacio de convivencia de todos y todas se convierte con mucha, demasiada, facilidad en espacio de disputa por los diferentes intereses que chocan en él.
No es ya sólo el problema de las botellonas o de la movida juvenil, sino que para casi todo se puede encontrar un pero. Aparcamientos, situación de contenedores, de badenes, de alcantarillas, de bancos, de macetas, de farolas, de parques, de bares, de zonas de juegos, de posesión de perros......todo puede constituir un conato de lucha.
Creo que gran parte del problema reside en una creciente falta de civismo que corre en paralelo a un aumento del individualismo.
Vayamos con un caso práctico. De pequeño yo dí más de un balonazo al jugar en la plazoleta al fútbol. ¿Dónde puede residir ahora el problema? Primero, en que hoy los vecinos aguantan menos, antes un balonazo en una pared no era para tanto y ahora el problema surge enseguida. Segundo, en que antes los causantes de los balonazos ante una bronca nos resignábamos a cambiar de zona de juego y hoy ante la riña el enfrentamiento no falta.

Todo se lleva al extremo. Y demasiadas veces ninguna de las partes tiene ni toda la razón ni tiene escasez de argumentos. Son choques de intereses que se podrían quizás arreglar hablando. Si quisieramos hablar, claro.

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Laín Coubert

miércoles, septiembre 01, 2010

La democracia

Los partidos políticos no quieren a los militantes, lo que quieren son accionistas. Ésta era la frase que leía hace dos días en algún lugar, y que hoy, para mi, es todo un retrato de la realidad.
Da igual como se llame el partido (PSOE, PP, IU, UPD...). Da igual. En todos cuecen habas. Y todos tienen un aparato de vergüenza y avergonzante que usa a sus militantes como quiere. Les pide ir a mítines, apoyar a sus candidatos, que se de la cara por el partido y sus decisiones....pero luego no quiere escuchar a la militancia. La militancia calladita sale más guapa.
Tenemos una democracia de mierda en la que los ciudadanos se alejan cada vez más de los políticos y todo por una sencilla razón. Y es que los supuestos garantes de esa democracia, los partidos en sus niveles más altos, no creen en ella. Así de sencillo y claro. La democracia es de mierda porque los partidos huelen a lo que huelen Luego nos preguntamos la razón del alejamiento de la ciudadanía. Lo extraño es que no se alejen más.

No puedo estar de acuerdo o en desacuerdo con los proyectos de esos compañeros mios que están solicitando su derecho a realizar primarias en las ciudades de más de 50000 habitantes. Y no puedo hacerlo porque no conozco dichos proyectos. Pero lo que no puedo dejar de apoyar es su derecho, basado en la más simple lógica democrática, de tener la oportunidad de defenderlos. en igualdad de oportunidades. Tristemente a los jefes que está arriba , rodeados de pitbulls, la frase aquella de Voltaire que decía algo así como que "no estoy de acuerdo pero lucharé para que tenga el derecho de decirlo" les queda muy lejos.

Laín Coubert

Esas cosas raras llamadas libros (y XCVI)

Rápida ha sido la lectura de la novela de Walter Scott, quizás su novela más famosa. Ivanhoe es una novela sencilla, muy proclive para lectores juveniles, pero lo cierto es que yo no la había leído hasta ahora. Y ha cumplido bastante bien con estas horas de entretenimiento encomendadas.

La novela se ambienta en la Inglaterra reinada por Ricardo Corazón de León, cuya vuelta de las Cruzadas hace que se tambalée el sistema creado por su hermano Juan. En dicho sistema las luchas entre los sajones originarios de aquellas tierras y los normandos de raíces francesas se acentúan. En medio de estas luchas brillarán Ivanhoe, caballero del rey, el propio rey Ricardo, y otro montón de personajes entre los que no faltará Robin Hood.

El libro es bastante ameno y enseña la sociedad existente en aquellos tiempos, con un odio atroz a los judios y también a las clases menos favorecidas.

La versión que he leído es la publicada por Edicomunicación.

Laín Coubert