Otro de los libros que he devorado sentado al sol en estos días es
Matar al heredero. Éste es un libro singular. Y lo es porque el autor no es uno de esos que nos saludan al entrar en librerias en grandes carteles o de los que protagonizan programas de televisión. Su autor, el barcelonés
Carlos Aguilar es una persona que decidió aprovechar que estaba desempleado para escribir una novela y así aprovechar las mañanas entre búsqueda y búsqueda de trabajo. Así fue el nacimiento del libro. En él se nos cuenta una historia muy llamativa e interesante.
Un europeo llega a los EEUU de mediados del siglo XIX con la intención de probar fortuna allí y alejarse de los problemas que tenía acá. Va prosperando y consigue hacerse dueño de una gran cantidad de terreno a la que llama Nueva Helvetia, por su origen, y que trabaja de forma productiva, Así consigue llevarse a toda su familia con él y crear un pequeño imperio económico. Pero un día todo cae como un castillo de naipes. En sus terrenos se encuentra oro, es el epicentro de la fiebre del oro y con ello lo pierde todo. Sus terrenos son saqueados y sus bienes destruidos. Años más tarde, sin embargo, tras un litigio un juez decide que el gobierno debe indemnizarlo. Eso causa unos graves altercados y la familia es asesinada, excepto un miembro que consigue escapar. Promete que conseguirá hacer justicia y recuperar lo que era de su familia, una promesa que pasa de generación en generación y en contacto con momentos históricos tan importantes como la
Primera Guerra Mundial, el ascenso del
nazismo, la
Guerra Civil española o la
Segunda Guerra Mundial. Ya en nuestra época, el heredero decide volver a pedir que se cumpla la sentencia. Pero eso podría suponer un mazazo para la primera economía mundial y EEUU decide usar todos los medios a su mano para impedirlo.
Esta novela se lee de una forma muy sencilla ya que está escrita de una forma simple y lineal, aunque conjugando un par de puntos de vista. Introduce momentos históricos importantes en la trama lo que nos introduce más en su lectura. Creo que es una novela muy interesante y muy recomendable y que demuestra que la imaginación es más importante que el marketing.
Se puede conseguir de forma gratuita (para la versión digital) en
Bubok.
Laín Coubert
