jueves, febrero 26, 2009

Dinero a la basura

Recuerdo como en el laboratorio, sobre la pared, había unos carteles con fotografías del patio. De ese patio que se abría delante de la biblioteca. El cometido de los carteles, simple pero llamativo. Denunciar la suciedad que se agolpaba en dicho patio por culpa de sus usuarios/as.
Y es que, por curioso que sea, la suciedad ni tenía pies ni alas., sino que venía en nuestras mochilas. bolsas y bolsillos.
En días como hoy, cuando el viento aprieta y todo se acumula en determinados rincones, se puede hacer la misma reflexión. cambiemos el patio de Psicología por las calles de cualquier pueblo y lo veremos.
Andando por las calles ves bolsas de patatas, de gusanitos, paquetes de cigarros, colillas, chicles....¿tienen pies esos elementos? Obviamente están en nuestros suelos, en nuestras esquinas, porque nosotros/as los lanzamos sin contemplaciones.
Sé que esto es algo que se usa como un arma política. Independientemente de quien gobierne y quien sea oposición. ¿Pero hasta que punto es quien gobierna culpable de ello? Tendría culpa si no tuviera limpieza. ¿Pero cuanto personal de limpieza sería necesario? Seguramente demasiados siempre. Una pena que por nuestra propia culpa se deba gastar tanto diner de todos y todas en recoger lo que también todos/as tiramos al suelo. Todo lo que "adorna" nuestro suelo (quizás con la excepción de las hojas de los árboles que ni siquiera quizás sea basura) es, además de basura, dinero tirado.

Laín Coubert

lunes, febrero 23, 2009

Esas cosas raras llamadas libros (y XXX)

Verdaderamente no sabía muy bien que libro coger de la biblioteca. Cogí alguno que volví a dejar en su estantería. Además vi por allí a Fara e íbamos a tomar un café. El tiempo apremiaba, así que decidí, sin saber de que iba el libro, apostar a caballo ganador y coger éste. Leí una vez que Stephen King es como las hamburguesas con queso, pues todos saben su sabor y a todos les gusta. Y lo cierto es que mi experiencia con este autor lo corrobora.
Corazones en la Atlántida no es, sin embargo, el típico libro de King. Para mi sorpresa no era de terror. El libro se compone de 5 relatos en los que, con su habitual maestria, desgrana algunos interesantes capítulos de la historia norteamericana. Con referencias al mundo de la literatura y, como digo, a la historia estadounidense (sobre todo a la guerra de Vietnam). King escribe unos relatos que se relacionan en sus personajes y en ciertos detalles.
"Hampones con chaquetas amarillas", "corazones en la Atlántida", "Willie el ciego", "¿Qué hacemos en Vietnam" y "se ciernen ya las sombras de la noche" son los 5 relatos que, a lo largo de 530 páginas, te mantienen pegado al libro.
Libro muy recomendable.
Editado por Plaza & Janés
Laín Coubert

domingo, febrero 22, 2009

Carnaval en Paradas

El esfuerzo conduce al éxito, porque el mayor premio del trabajo bien hecho es la posibilidad de seguirlo haciendo.
Felicidades.
Laín Coubert

lunes, febrero 16, 2009

Abrir y despejar

Ante el vil asesinato de Marta muchos son los comentarios que llenan los medios. Muchos y muy variados. En alguno me gustaría detenerme en estos días. Para empezar me gustaría escribir sobre diferentes voces que se levantan (y con esta vez van...) contra elementos como internet o los videojuegos por su "aparente" relación con estetipo de actos.

Creo que es una simplificación absoluta de la realidad. Y un intento de exculparnos como sociedad. Es demasiado fácil culpar a los videojuegos por sangrientos o a internet por introducirse en parcelas de la vida antes vetadas. La culpa de actos como el cometido contra Marta es, sin embargo, de una absoluta y complicada sencillez. Y no digo lo de "complicada sencillez" de forma gratutita.

Una de las cosas que más me gusta es llegar a mi casa, conectar la play3 y jugar un rato para evadirme. E igual que yo hay mucha gente que compartimos dicha afición. Y no por ello vamos realizando actos violentos o incívicos por ahí.

Coger el pad y manejar a un agente spetsnaz. Estar agazapado tras una pared, junto a una puerta. Uniforme de camuflaje urbano. Bajo el casco el pasamontañas negro. A mi lado tres compañeros manejados por quien sabe (los secretos del juego online...pueden ser estudiantes coreanos, algún ingles pecoso, alguna australiana en una hora completamente diferente a mi...). La orden. Abrir y despejar. Suena el himno de la antigua URSS. Abrir y despejar. Uno empuja la puerta y los demás nos deslizamos adentro apuntando con los laser y disparando a todo lo que se mueve. Lluvia de cristales y humo. Gritos y sangre.

Es un videojuego. Sólo un videojuego.


Decía Luther Blisset en su libro Q que cuando se inventó la imprenta muchos levantaron su voz contra ella. Antepasados de los que gritan ahora contra internet y los juegos, sin querer ver que todo, usado de forma adecuada, no conlleva esos peligros con los que ellos sueñan.



Laín Coubert

lunes, febrero 09, 2009

Votos, encuestas y sonrisas

Mientras escucho la canción de Baute y Marta Sánchez reflexiono, o lo intento hacer, sobre un par de cosas de las que hoy me he enterado. Dice la psicología social que la mejor forma de unir a un grupo y cohesionarlo es crearle un problema, a poder ser, bien gordo. No sé, lo desconozco, si será esa o no la razón. Pero la verdad es que creo que los datos que hoy he conocido me han dejado un poco atontado.
Creía yo que una fase como la que estamos viviendo traería sus reflejos en las votaciones a nivel local. Lo cierto es que creía que los intentos que realiza la oposición de culpar de todo al equipo de gobierno y de aplaudir algunas cosas difíciles de justificar alguna repercusión tendría.
Pero los datos de hoy dicen todo lo contrario. Puede ser que la estrategía usada por ellos esté equivocada o muy vista ya. Puede ser simplemente que no consigan esa empatía necesaria.
Yo seguiré escuchando la canción. Eso sí, con una sonrisa (diente diente!!) en la cara.
"Te envío poemas...de mi puño y letra..."
Laín Coubert

foto: http://www.flickr.com/photos/cartoonmotions/2605601254/

martes, febrero 03, 2009

Mierda bajo la alfombra

Lo cierto es que cuando llegué al recinto me preparaba para ver un campo de batalla campal. Había visto y oido a los representantes de IU y, tal como habían pintado la situación, creía que me encontraría con casetas reventadas, sin techo y quemadas totalmente.
Pero cuando me paseé por las casetas no ví un destrozos de tanta magnitud. Destrozos existían, pero desde luego lejos de los descritos. Sobre todo se centran en un par de casetas a las que si le han liado alguna "buena putada" como es derribarle un muro. Que ya hay que ser burro. Pero en todo caso, supongo que aquí, como siempre ocurre, cada formación juega su papel, así que lo mejor que puede hacer cada persona es darse un paseito por allí y sacar sus propias conclusiones.
Un detalle que sí es realmente curioso es el hecho de que en toda esta controversia se ha olvidado y dejado fuera de la trama a todo un personaje principal. Cuando la oposición usa estos temas para cargar contra el equipo de gobierno, acusándolo de todo lo malo habido y por haber, se deja detrás un detalle. Y es que lo peor de toda esta historia es que lo más probable es que esos destrozos hayan sido causados por nuestros propios chicos y chicas. No creo que haya venido ningún rumano ni lituano a derribar una pared en una caseta. Que va. ¿Qué le ha pasado por la cabeza a esos chavales de El Viso para tirar esa pared? Quizás sean esos detalles que no queremos ver porque es nuestra propia sociedad la culpable. Ese chico que esa gasolina delante de nosotros, esa chica que toma café a nuestro lado o ese grupo que nos agrega al facebook....o nosotros mismos.
Recuerdo ahora una discusión que presencie y que me causó cierta sensación de vacio. Y es que cierto centro necesitaba más limpiadores/as en el patio porque los chicos y chicas tiraban demasiada mierda. La solución era fácil ¿no?...¿no?
Laín Coubert

domingo, febrero 01, 2009

Crisis y dinero

Que estamos en una situación económica mala es una realidad contra la que poco se puede decir. Pero creo que ello no puede ocultarnos la realidad sobre el hecho de que hemos estado viviendo muy por encima de nuestras posibilidades.
Leo en Público un reportaje sobre una familia catalana que intenta ser el ejemplo de las miles familias donde no entra ningún sueldo. Pero se lee su historia y algo chirría.
El padre, representante sindical de CGT en su empresa tenía un sueldo de casi 1500 euros al mes. Se supone que es un hombre de izquierdas, un trabajador que lucha por aquellos ideales que intenta representar su sindicato. Pues bien, se repasa los gastos que tiene esta familia y algo sorprende.
Casa de veraneo, plaza de aparcamiento de 24.000 euros, colegios concertados (240 euros al mes) para los hijos... La verdad es que me pierdo. Me he debido saltar un capítulo del cuento.
La crisis existe. Eso es obvio. Pero ¿será también obvio que no sabemos administrar nuestro dinero?
La verdad más absoluta es el antiguo lema del anuncio del Renault Laguna.
Laín Coubert