domingo, febrero 05, 2012

Esas cosas raras llamadas libros ( y CXXXIV)

Una ciudad flotante es otro ejemplo de como el francés Julio Verne conseguía adelantarse en el tiempo. En este libro nos cuenta la travesía que nos hace el protagonista desde Liverpool a Nueva York en un barco de vapor, el Great Eastern,  que es la cumbre tecnológica de su tiempo. El barco tiene fama de no poderse hundir, aunque una serie de accidentes parecen demostrar lo contrario. Toda esta historia va acompañada por el reencuentro de nuestro protagonista con un viejo amigo que también viaja a bordo y la aventura de amor que lleva consigo.
Se debe hacer notar que la historia fue escrita sobre 1870 ya que aparecía de manera seriada en un periódico y consigue adelantarnos hechos como los viajes transatlánticos o, incluso, la aparición de muñecas parlantes, inexistentes en esos años pero que aparecen en la historia de este libro.
Muchos han querido ver en este libro también una anticipación de la historia del Titanic, por los detalles comunes de ambas historias.
La edición que yo he leído es la readaptada por Luarna.

Laín Coubert




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