Día tras día, y rozando ya el olvido social dentro de este mundo que ve las muertes mientras se almuerza, sigue, no el goteo, sino la ola de muertos en Irak. Ayer u hoy, no sé exáctamente, una bomba, otra, explotaba junto a un colegio. Una pequeña de pelo rizado y ojos negros, empapada de sangre, salía llorando en la televisión. Espectáculo de las 14:33 minutos.
El trio, o cuarteto de Las Azores se equivocaron como sólo ellos pudieron hacerlo. Y abrieron una caja difícilmente controlable. Obviamente, yo tampoco soy proclive a juzgar a nadie por ello de forma penal. Pero deberían darse cuenta del lío donde se han, nos han, metido.
Está claro que no toda la culpa es de ellos. Está claro que gran parte de la culpa reside dentro del odio de aquellos que empuñan las armas en Irak. De esos que secuestran, matan, asesinan, violan, roban, y joden a un país, a tanta gente.
¿Cómo salir del lío? La última victoria demócrata en EEUU llevará, al parecer, a la retirada de las tropas. ¿Es esa la solución? Seguramente no. Tristemente no consigo vislumbrar cual es la solución...y ni siquiera si la hay en la actualidad.
Veo con tristeza que muchas más pequeñas de pelo rizado y ojos oscuros llorarán mientras nosotros comemos.
¿Dónde irán esas lágrimas perdidas?
Hassam Seiduma
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