domingo, marzo 25, 2007

La fuerza del perdedor

Érase una vez un niño que cada noche escondía su cabeza bajo la almohada. Lloraba porque no quería morir, y bajo la almohada sus lágrimas resbalaban por sus mejillas para empapar sus sábanas.
Érase una vez un niño que decidió perder siempre. Nunca ganaba y siempre perdía.
Érase una vez un niño que lloró etérnamente sin soltar una lágrima. Lloró cuando se comprendió que, de nuevo, le tocaba perder.
Érase una vez un niño que conducía un coche. Conducía en la oscuridad. Tras una larga fila de luces rojas. Un niño que se sentía solo. Por un momeno una cosa se le pasó por la cabeza. Acelerar un poco más, sólo un poco más, y luego...un volantazo. Todo acabaría. Todo. Esto pensaba mientras que su corazón lloraba.
Érase un vez un niño que se sentaba en Los Lances con los pies hundidos en la arena a pensar.
Érase una vez un niño que se tendía por las noches en un banco de una perdida plaza a ver las estrellas.
Érase una vez un niño que intentaba separar el amor de la amistad. Un niño que quería, de verdad, a una niña. Sin saber el cómo ni el porqué.
Érase una vez un niño que hundió la cara en la almohada para recordar el olor de cierto pelo al revolotear frente a su perdida mirada.
Érase una vez....

Laín Coubert

3 comentarios:

Admin dijo...

Mi mas sincera enhorabunea por el spot. Me siento muy identificado con ese niño al que tu nombras, y precisamente ahora, es cuando yo percibo esa fuerza del perdedor.

Repito, enhorabuena.
Un saludo desde el paraiso

Anónimo dijo...

Yo os digo a los dos que la vida esta llena de victorias y de derrotas. Eso es irremediable. Pero también os digo otra cosa: de las derrotas siempre se aprende mucho más que de las victorias.
El vino del éxito emborracha muy rápido.

Un saludo

Anónimo dijo...

Hola... la verdad es que no tengo ni idea de quien eres... pero quería darte la enhorabuena... porque hace tiempo que te sigo y oye escribes genial... me encantas!!!

Besos, Cristina...