martes, septiembre 20, 2011

Esas cosas raras llamadas libros (y CXXIII)

Felipe Benítez Reyes, el escritor de Rota, nos sorprende con la historia que recoge en Mercado de espejismos. Una obra que pretende ser una parodia de las novelas basadas en intrigas esotéricas tan habituales en las estanterias actuales, pero, que sin duda, sobrepasa ese objetivo y se convierte en una aguda reflexión sobre el ser humano, sus sueños, pensamientos, ilusiones y esperanzas.
Con una hilarante trama, basada en el encargo que reciben dos ladrones de arte ya casi retirados, Benítez Reyes nos muestra un mundo donde nada es lo que parece ser y donde se funden una y otra vez historias e historias dando a luz nuevas historias. El encargo es robar las reliquias de los Reyes Magos, presuntamente ocultas en la catedral de Colonia. Un encargo que se adereza con una serie de colaboradores, magistralmente descritos, que tejen un descabellado presente en el que se abrazan desde sectas a fundamentalistas religiosos.
Una novela que me ha fascinado tanto por su fondo como por su forma, altamente recomendable desde mi punto de vista, aunque debo advertir que creo que es una de esas novelas que amas u odias desde el principio. No existe una posición intermedia.
La novela ganó el premio Nadal 2007 y está publicada por Destino en su Áncora y Delfín.

Laín Coubert

No hay comentarios: