Días como el de hoy me hacen añorarlo. Lo cierto es que lo necesito. Mucho más de lo que me gustaría.Lo echo todo de menos.
Los bostezos en el autobús de las 6,15.. Las luces de la cementera de Alcalá. Los cafés cargados. Las cabezadas en los bancos. Los folios doblados. Las frases leídas una y otra vez. El inexcusable derecho a equivocarme. Las colas. El frío en la cara cuando se sale por la puerta del parking. Los pañuelos palestinos y las kelmes verdes. El arrancar páginas de los libros malditos. Los helados sentados en el cesped. Las pizarras llenas de anhelos de conocer. Los filetes empanados de Económicas. Los ordenadores petados. Los minutos frente a la cafetera. Los bolígrafos sin tinta. Las asambleas. Las caras pintadas. Los brazos abiertos junto a los naranjitos. El sabor del laboartorio. El buscar mi nombre en la lista. Pearl Jam en el pasillo. Bajar la escalera de salto en salto. El frío en la cara. Los bostezos en el autobús de las 21,30.
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Laín Coubert
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