De nuevo, el lunes pasado, me recorrí los pasillos de la biblioteca buscando algún libro que me acompañara estos últimos días de julio. Tras sopesar unos y otros elegí éste. Es un libro que en principio parece grande. Sus cerca de 700 páginas asustan un poco. Pero lo cierto es que está escrito de forma que se basa en escenas que pasan en endiablada velocidad.Antonio B. El Ruso, ciudadano de tercera está basada en la historia real de un hombre nacido en una zona de las más pobres de la España franquista y que se ve empujado a robar para vivir. Antonio, apodado el ruso por su rubio pelo, nace en La Baña, un pueblo recóndito de León. Desde su más tierna infancia se se empujado a robar para comer, lo que lleva a tener mil y un encontronazos con la guardia civil y sus propios vecinos, eso a pesar de que los mismos que castigan hacen lo mismo que el castigado.
El libro es un poco repetitivo en su parte central al contar una y otra vez los ciclos de libertad/prisión que sacuden la vida de Antonio. Recorremos su infancia, su juventud, su madurez, el nacimiento de sus hijos y en general los golpes de mala suerte que lo acompañan. Contado en primera persona, nos ilustra con dolor los golpes y vergajazos en los cuarteles, en los presidios y, sobre todo, el mal vivir en un manicomio donde termina Antonio en otro golpe de mala suerte.
Este libro fue escrito por Ramiro Pinilla en los últimos años del franquismo, tras conocer a Antonio. Es un libro tremendamente duro con esa época y con su jerarquía de poder por lo que no fue publicado fácilmente, a pesar de que Ramiro era ya bastante conocido. En el año 2007 Tusquets Editores recupera esta obra.
Un libro increible, sin más. Ilustra de forma magnífica a la España recóndita de aquellos años y el choque entre diferentes mentalidades y necesidades.
Laín Coubert
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