Vengo de un programa en la tele. De uno de esos programas que se llenan de aburrimiento porque los políticos nos dedicamos a ser aburridos y complicados. Podría escribir sobre ello. Y quizás lo haga en otro momento. Pero ahora no.Ahora quiero dedicar estas pulsaciones en el teclado a algo, o alguien, que.......¿está mal que un concejal de un pueblo, al que alguna gente tildaría de político profesional (¿?), diga que hay algo más importante que la propia política? Puede. Pero me importa un carajo así que...alguien que es lo más importante del mundo.
He estado, afortunadamente, otras veces enamorado, o por lo menos, lleno de un sentimiento parecido. Pero ahora parece ser que tiene una intensidad diferente.
Estos 6 meses han dado para muchos recuerdos que se agolpan en un album de hojas con esquinas dobladas. Besos en la noche perdida dentro de la Judería, labios que se buscan y piel que se roza levemente debajo de la ropa. De una forma tan suave como los aromas de esa noche sevillana se enredaban en el aire. Caricias al recorrer de Las Delicias el paseo. Quicos y Paulaners. Cabezas apoyadas en el hombro dentro de un cine que pone una pelí que ambos hemos decidido que nos gustará sin saber siquiera de que vá. Gritos desde las gradas de San Pablo (¡¡saca a Pecile coño!!) aliñados con pipas de calabaza. Manos entrelazadas al cruzar la Plaza Nueva. Miradas que se cruzan dentro de la zona de libros del Eroski. Una lista de planes enormes donde sólo un porcentaje vergonzoso está cumplido. Sueños. Risas y alguna lágrima. Pero sobre todo seis meses llenos de algo simple pero imprescindible: ilusión por el mañana.
Gracias Martita.
Laín Coubert
foto: http://www.flickr.com/photos/jorgelgazzano/2446143704/
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