sábado, noviembre 25, 2006

Esquina de San Francisco Javier

Siempre es bueno recibir a un viejo amigo. Este blog vuelve a contar de nuevo con otro del club. Así ganaremos en pegada. No somos los que fuímos, pero ya volvemos a ser tres. Bienvenido a casa.

Las luces de los coches rasgan la oscuridad de la avenida. El semáforo marca una parada en el camino. El aire expulsado de mis pulmones se pelea con el aire frío delante mismo de mis ojos. Las gotitas de agua quieren penetrar por debajo del abrigo.
Quiero llegar a tu piso. Sentir como ese aire de mis pulmones llega a los tuyos. Sentir tus temblores. Tus muslos alrededor de mi cuerpo. El aroma de tu pelo rodear mi pasado y mi futuro. Sentir como tu risa se enreda en mi pelo.
En la avenida todo es velocidad. Pero yo estoy quieto. Y las gotas de lluvia me rodean. Los libros se hacen pesados en la mochila. Mis hombros están cansados de aguantar el título de una carrera. Una carrera endiablada que da vueltas alrededor de tu ombligo. En el lado derecho está la marca de uno de mis mordiscos.
Un autobús se aproxima por Camilo José Cela. Una pasajera desvía la mirada hacia mí. Yo no la miro. Sin tu sol mis nubes se disgregan. A diez centímetros de ti, mi vida se perdió. Y nadie pudo recuperarla. Mi sensatez bajo tu vestido está, moviéndose al ritmo de tus muslos.
Mi cabeza gira hacia el lado derecho. Luces que se pierden. Mi silencio hace que tú desaparezcas. El color negro se adueña de una situación llena de silencio. El diablo me observa sentado sobre la parte de superior del semáforo. Se ríe de mí. Y llora por ti. Balancea sus piernas y su risa se estrella contra los cristales de las ventanas del gigantesco edificio gris que me observa por detrás.
Tu saliva se resbala por mis labios. Tus uñas rasgan mi piel. Tu fría piel hace tiritar mi corazón. Sin tu sol y sin tu luna mi voz se apaga cerca de la fiesta de tu garganta. Mi futuro se queda dormido junto a tus pechos.
Sin ti se me olvida como vivir.


Texto de "Willy Loman"

Laín Coubert

No hay comentarios: