martes, abril 25, 2006

Prejuicios


Ayer en unas cuantas de conversaciones terminamos hablando de lo mismo. De los muros invisibles pero infranqueables que producen los prejuicios. Prejuicios que la única forma de derribar es mediante la palabra. Conociendo, o intentando conocer, el punto de vista de la otra persona. Hablando y callando. Con empatía.
Amistades que se terminan no se sabe muy bien porqué. A lo mejor porque somos tan cabezones que nunca sabemos pedir perdón. Y a partir de ahi todo se descontrola. Los prejuicios y los miedos llenan el horizonte. El o la que antes era amigo/a se transforma en desconocido a la fuerza.
Eso existe en la amistad. Pero mucho más, o por lo menos de forma diferente, en otros aspectos. Entre ellos, como no, la política.

Gente que nunca se fía del de enfrente. Gente que se cree que el de enfrente lo único que quiere es terminar con uno, sin darse cuenta que ese es su propio deseo reflejado.
Gente que se asombre porque se le escuche. Y afortunadamente, en estos momentos, yo creo que tenemos un equipo de gobierno en el ayuntamiento que escucha. ¿Qué es lo que va a decir éste? pensareis. Y estais en lo cierto. ¿Qué es lo que voy a pensar? Evidentemente opino, pienso y creo que en estos momentos el PSOE visueño ha conseguido cambiar algunos aspectos esenciales de la política. Y entre ellos, el más importante, es que la gente que está ahí escucha. Se pueden equivocar o no, pueden acertar más o menos, pero siempre están dispuestos a dejar a un lado los prejuicios y razonar sobre las cosas. Comparado con otras épocas es mucho. No sé, claro si en aquellas épocas el prejuicio era de un lado, del otro, o de los dos. Pero lo que está claro es que nadie hablaba y nadie escuchaba. Salvo honrosas excepciones, por supuesto.

Pero en estos momentos, y a hechos como el de la memoria histórica o las replantaciones de naranjos me remito, tenemos un equipo de gobierno que intenta escuchar. Ya sea Manolo, Baldo, Salvat, Antonet, Marina, Manolo o Alonso. Creo que es gente con la que se puede charlar sin asperezas. Si se quiere hablar con ellos, se puede hacer. Si se quiere hablar....claro.
Algunos podreís leer esto y pensar que es típico peloteo. Podría ser. O quizás no. Quizás fuera, por parte de los que piensan eso, una serie de prejuicios. O quizás sean prejuicios mios acerca de aquellos que pienso que podrían tener prejuicios hacia mi. ¿Habeís entendido algo?

Saludos a lo Chuck Norris (Los Dinosaurios miraron mal a Chuck Norris una vez. UNA VEZ)

Laín Coubert.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Demóstenes y Locke son los seudónimos con los que dos niños de menos de diez años participan en el debate político a través de las redes de datos. Se han colado en los foros virtuales más importantes, donde discuten los grandes líderes mundiales, después de ganar prestigio poco a poco por medio de análisis y artículos que publican en el ciberespacio. Nadie conoce ni su edad ni su verdadera identidad. Estos dos niños superdotados se conectan gracias a la contraseña que les ha dejado su padre. Demóstenes y Locke, en ese mundo futurista, acaban convirtiéndose en los líderes políticos más influyentes del mundo real.

Sí, es ciencia ficción. Concretamente, se trata de “El Juego de Ender”, una novela que escribió Orson Scott Card en 1985, cuando aún no existían ni la web ni los blogs pero sí los primeros foros de debate electrónico. En esa Tierra del futuro, todos los ciudadanos tenían el derecho a participar en los foros digitales y, según la popularidad de sus análisis y el reconocimiento de su comunidad, iban ascendiendo a otros foros aún más prestigiosos. El debate político era público. ¿Lo es hoy?

Anónimo dijo...

Política en Red
Demóstenes y Locke son los seudónimos con los que dos niños de menos de diez años participan en el debate político a través de las redes de datos. Se han colado en los foros virtuales más importantes, donde discuten los grandes líderes mundiales, después de ganar prestigio poco a poco por medio de análisis y artículos que publican en el ciberespacio. Nadie conoce ni su edad ni su verdadera identidad. Estos dos niños superdotados se conectan gracias a la contraseña que les ha dejado su padre. Demóstenes y Locke, en ese mundo futurista, acaban convirtiéndose en los líderes políticos más influyentes del mundo real.

Sí, es ciencia ficción. Concretamente, se trata de “El Juego de Ender”, una novela que escribió Orson Scott Card en 1985, cuando aún no existían ni la web ni los blogs pero sí los primeros foros de debate electrónico. En esa Tierra del futuro, todos los ciudadanos tenían el derecho a participar en los foros digitales y, según la popularidad de sus análisis y el reconocimiento de su comunidad, iban ascendiendo a otros foros aún más prestigiosos. El debate político era público. ¿Lo es hoy?

laín-seiduma-loman dijo...

a ver si