miércoles, abril 12, 2006

La democracia de los "gilipollas"


La democracia liberal está en grave peligro en toda Europa. Tras la caída de España víctima del complot de las hordas izquierdistas, Italia se ha convertido en su próximo objetivo. Quizá, estimado lector, cuando lea usted esta columna se haya fraguado ya la derrota de uno de los últimos bastiones del liberalismo o, lo que es lo mismo, de la libertad en Europa. Según las últimas encuestas, ni la inestimable ayuda del líder europeo de más envergadura, José María Aznar, parece suficiente para que el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, revalide la victoria. Ojalá esas encuestas hierren y esta columna podamos releerla el lunes con el alivio que se experimenta al despertar de una pesadilla, pero mucho me temo que no será así. La izquierda europea ha aprendido muy bien la lección española, y comienza a manejar con soltura los instrumentos para cambiar el estado natural de las cosas. Berlusconi ha advertido de este peligro y por ello ha solicitado la ayuda de observadores internacionales que eviten el boicot que, como ocurrió en España, organizan las fuerzas del mal. Pero, naturalmente, su llamamiento de socorro no ha sido escuchado. Cómo habría de serlo, cuando al frente de los principales organismos internacionales como la ONU se encuentran peligrosos líderes tercermundistas como Kofi Annan. Berlusconi, como le ocurrió a Aznar, lucha contra la izquierda internacional casi en solitario. Es cierto que al Cavaliere, como en su momento Aznar, controla la mayor parte de las cadenas de televisión, radio y prensa escrita; que ejerce un férreo control sobre todos los estamentos públicos; que cuenta con el apoyo de las grandes corporaciones económicas; pero ¿qué pueden hacer tan humildes medios contra el imparable rodillo demográfico de la izquierda? Y es que la enseñanza más peligrosa que ha extraído la izquierda del experimento español es que si van todos a votar ganan. En eso consiste el complot del que habla Berlusconi y que vienen denunciando desde el 14 de marzo el PP y los medios informativos libres de nuestro país. Siempre han sido más que nosotros y siempre han sido bastante más “gilipollas” que nosotros, pero ahora que han descubierto su mayoría corremos el peligro de que aprendan a utilizarla. Es cierto que a través de los medios de comunicación se los puede idiotizar hasta hacerlos creer que un trabajador de una cadena de montaje es clase media alta, o conseguir que piensen que bajando los impuestos tendrán mejor asistencia médica, pero de vez en cuando es como si oyeran una voz (en el caso español fue el pitido de un SMS) y como hipnotizados sonámbulos se dirigen uno tras otro a depositar su mortífero voto en la cristalina urna. Como pide Berlusconi, habría que colocar un “observador internacional” tras cada uno de ellos para que los zarandeara y despertara de su falso sueño democrático. El problema es que la mayoría de los mejores observadores los tenemos ocupados liberalizando el Medio Oriente

Borja María Zallana de los Acebos "El rincón del neocon" (09-04-2006)
Publicado en www.elplural.com