lunes, octubre 31, 2011

Esas cosas raras llamadas libros (y CXXVII)


En estos días, aprovechando que los cementerios se convierten en lugar de peregrinación de multitudes, alguna televisión ha sacado imágenes del antiguo cementerio judio de Praga, un lugar sobrecogedor sin dudas. En su laberinto desordenado de lápidas y tumbas ocurre, supuestamente, el hecho crucial que reside en el fondo de la trama del libro de Umberto Eco y que le da nombre.
Es en el París de finales del XIX donde nos encontramos con el capitán Simonini, piamontés dedicado a la creación de documentos falsos. Unos documentos que recogeran la información que quiera el pagador, pero siempre alrededor del miedo y el odio al judaismo, a los masones y a las ideas políticas que nacían en aquellos agitados años.
A través de las páginas que el propio Simonini escribe, El cementerio de Praga nos va presentando una parte importante de la historia europea al mismo tiempo que nos dibuja unos personas sin escrúpulos y sin miedo a fomentar intrigas o difamar a otras personas.
Por la forma que el libro está escrito se hace a veces pesado ya que la trama es bastante pausada y muy densa. Pero si te gusta la historia y el autor, no puedes dejar de leer este libro que tanta controversia ha creado en algunos círculos y estamentos.
Está publicado en Lumen, y se encuentra en la bilioteca de El Viso del Alcor.

Laín Coubert

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