miércoles, agosto 10, 2011

Blackrock

Atardece. Tras los árboles el cielo mezcla un rojizo añorante con un azul brillante. Se escuchan cantar algunos pájaros. "Con la estrella polar a mis pies, vuelvo a casa perdida otra vez" dice la canción que suena. La copa de Canals & Nubiola tiembla y algunas gotas resbalan por el cristal.

"La cuestión no es tan complicada. Es lo que tu dices. Psicología y economía. Los que tienen el dinero amasan más dinero vendiéndole a los demás un producto tan intangible como la supuesta seguridad. Y los pequeños inversores compran esa seguridad contentos y felices. A pesar de los pesares. Sin preguntarse a que responde esa seguridad y de que les salva. El mejor ejemplo es el de Blackrock. Éstos son unos tiburones ingleses. Una empresa de inversiones. Compró grandes cantidades de oro creándose importantes reservas a precios moderados. Luego apoyó el movimiento para que ese mismo oro siguiera subiendo y subiendo. Los pequeños inversores vendieron sus posiciones en renta variable a bajos precios y se fueron al "refugio oro". Un refugio que ahora les vendía Blackrock a un precio muy alto. Ganancias ganancias!!. Con esas ganancias han comprado las acciones a precio de ganga que han dejado los pequeños inversores. ¿Te imaginas cual será el próximo movimiento no?"

"Vuela un columpio vacio sobre mi cabeza", sigue la canción.

foto

Laín Coubert

No hay comentarios: