martes, noviembre 24, 2009

Proyecto común

Parece que fue en 1776 cuando se acuñó el término autodeterminación. Eso sí, como nació por EEUU pues se llamaría así pero traducido al idioma de aquellos que luchaban por aquel entonces contra el colonialismo europeo. En principio se podría decir que está referido a la indenpendencia de las naciones, grupos o peronas.
Esta posibilidad de elegir se basa en la igualdad y está asentada en el derecho que tiene una sociedad, o debería tener, a autorregularse y organizarse de la mejor forma que pueda.
Ante esto no hay nada que objetar, aunque a veces el término se alarga hasta el infinito rompiendo con ello unas normas iniciales que tienen que existir en el seno de la propia sociedad para poder llamarse de esta forma. Una vez que se rebasan esas normas que marcan el terreno de juego "social" parar la bola es complicado. Y el rodar de la bola nos lleva hacia el individualismo puro y duro porque es la única forma de organización donde se evitan conflictos al cien por cien. Porque lo cierto es que los argumentos que se usan para defender la autodeterminación de determinados "pueblos" puede usarse para solicitar otras decisiones. Por ejemplo, ¿no se puede con esa misma línea argumental solicitar que con el dinero de mis impuestos no se paguen los cuerpos de seguridad en los partidos de futbol, la televisión pública, la financiación de los partidos, de los sindicatos, la educación en las ramas de las ciencias que no me gusten ...?¿ o no nace la posición republicana norteamericana en cuanto a sanidad de esa misma esencia de pensamiento? Y así un largo etcétera que dependerá de la persona a la que se le pregunte, rompiéndose con ello la propia esencia de "conjunto de personas". A esto se une la pregunta que se hace, o se quiere hacer, de si hay que acatar la decisión del Tribunal Constitucional en caso de que este dicte contra las pretensiones independentistas. Esa pregunta en sí es un ataque frontal a la lealtad social. y el propio sentido común . Es llevar el problema hasta el esperpento. Si no se acata eso ¿por qué yo debería acatar las multas de tráfico, los impuestos, las diferentes leyes....?
Obviamente la discusión no es tan simple como yo la he pintado y muchos argumentos pueden explicarse de un lado y otro porque, como en tantas cosas, ni un lado ni otro tiene la verdad absoluta. Pero esto no puede dejarnos no ver que hay determinadas actitudes extrañas o que yo por lo menos no puedo entender.
En las últimas semanas desde el PSC se está apoyando la celebración de referendos para la independencia de Cataluña en localidades como Breda, Liñola, Fonollosa y otras. Esto es un error, en mi opinión, porque lo único que transmite es la posibilidad de terminar con un proyecto común (España) que de aportar todos y todas puede permitir avances considerables para toda la sociedad. Como socialista pienso que es un error ese apoyo y espero que, desde los poderes y órganos que el partido establezca y considere, se pidan responsabilidades internas por ello. Socialismo nace de colectividad, y no se puede romper esa colectividad de una forma tan ineficaz y sin argumentos de peso. Se está creando unos cauces para la división y el odio que nada aportarán a nuestra convivencia y desarrollo.

Laín Coubert



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Le recuerdo que fue su líder nacional quien afirmó en el Senado que "nación es un concepto discutible y discutido", por aquello de la geometría variable, dando cancha a los grupos políticos independentistas; y ahora, si el TC sigue la doctrina de la Constitución derogará, si no entero, en parte el Estatuto Catalán. Claro que los 25 votos del PSC le harán perder la mayoría en el Congreso y realizará lo indecible para influir en la decisión del TC.
La Constitución es muy clara al respecto en su artículo 2 "La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas".
Espero que no lo haga, por higiene democrática e independencia de los poderes (otro de sus lideres afirmó "Montesquieu ha nuerto" Guerra dixit), sino creeré rotundamente que España es un país de h... de p...

laín-seiduma-loman dijo...

Decía hace poco el escritor Muñoz Molina que España era un extraño país porque no se defendían las ideas sino los partidos. No me gusta el defender por inercia las ideas del "lider", porque el liderazgo es de las ideas no de las personas, porque éstas, todos, pasamos.
Mi "lider" puede defender lo que quiera, tal como yo puedo defender lo contrario.
Nunca pensaría que la gente de h... de p... por no compartir mis ideas.

Saludos

Anónimo dijo...

Siento que no entendiese mi comentario, pero en ningún caso me refería a h... de p... por no compartir ideas, sino por intervenir en la resolución de la sentencia del estatuto catalán que beneficie la geometría variable y no acatar los dictados de la Constitución.
En cuanto a defender las ideas y que no coincidan con las de sus lideres, su partido es muy claro, prietas las filas.
Son muchos los que se han ido (por no decir echados) a la calle o están apartado en Bruselas. Claro ahora me dirá lo del relevo generacional con ZP y tal. No cuela.
Alfredito Buena Gente es el caso más cercano y paradigmático, probablemente vaya a la calle por disentir de las ideas del líder provincial o siempre está cuestionado aunque no se reconozca públicamente,le suena?

laín-seiduma-loman dijo...

Es un problema de mi partido y de toda la estructura política en general. Puede que en mi partido sea donde se note más por su tamaño e historia. En los otros también pasará, aunque a mi lo que me importa es lo de mi partido y por ello puse ese post. No se debe caer en el si a todo lo que dice el "lider" si ello no concuerda con las ideas propias.

Disculpas por no haber ententido el comentario.

Un saludo