miércoles, diciembre 03, 2008

Asesinado por ser buena gente

Desgraciadamente debemos volver a usar este dibujo. Y la verdad es que cada vez lo debemos usar con más incredulidad. No porque el daño que cada asesinato de estos cerdos asesinos sea diferente, sino porque la suma de incredulidad, que ya hace mucho tiempo se desbordó, sigue aumentando.
Aumentando hasta conseguir a veces que vislumbremos a ratos que incluso la injusticia pede ser justa en ocasiones. Porque ya no sabemos como convencerlos de la inutilidad de la violencia y porque ya no sabemos convencernos de la humanidad de estos viles asesinos mafiosos.
No comprendo que mal ha podido hacer Ignacio para que lo asesinen. ¿Levantarse temprano para trabajar? ¿Luchar por seguir adelante? ¿Jugar con sus amigos a las cartas? ¿Ser querido por su pueblo?
No se comprenden muchas cosas. Demasiadas.
Justo ayer tenía la suerte de asistir a una conferencia sobre concejales socialistas asesinados en Sevilla durante la represión franquista. Las personas asesinadas por la mafia etarra recogen su triste testigo como personas asesinadas por defender, simple y llanamente, la normalidad.
En estos días lloraremos a Ignacio, pero sabed que luego seguiremos cazandoos Si no queréis ser personas no lo seáis. Pero preparaos para acabar como debéis acabar. La Justicia y la Sociedad dará buena cuenta de vosotros/as.

Hijos de puta.

Laín Coubert

No hay comentarios: