miércoles, julio 26, 2006

Sapere aude


Vuelve a sonar Plenilunio en mi ordenador. Encontré la dichosa canción olvidada en alguna perdida carpeta depositada en el olvido de mi disco duro. Escucharla me servirá para relajarme tras un día excitante. Esto de hacer vacaciones estudiando puede parecer propio de amigos del marqués de Sade, pero la verdad es que mola. Me gusta el estilo de los cursos de verano de la UPO. Son ya unos cuantos de años asistiendo a cursos muy diferentes, y la verdad es que, encantado estoy. El año que viene, con un poco de suerte, los cambiaré me iré a tierras madrileñas a darle ruido a los de la Fundación Jaime Vera. Con un poco de suerte. Y con un poco de tristeza.
El curso de esta semana, Franquismo de Guerra y Franquismo de postguerra, no necesita presentación. Un curso, que como dijo D. Luis Amador, vicerrector de la UPO, ayuda a construir la memoria, porque la memoria se construye. Y es preciso construirla. Sin miedos ni aspavientos, sin odios ni revanchismos, sin engañar detrás de una imposible imparcialidad. De forma objetiva, pero, obviamente, imparcial. La cuestión no es juzgar nada, ello no vale; la cuestión es conocer.
Eso si, el problema de estos cursos es el de siempre. Se llena de gente que busca, se supone los créditos de LF y ya está. El conocimiento se lo pasan por allí. Es triste ver a estos universitarios, que mientras un prestigioso historiador habla, se dedican a estudiar en las últimas filas el dichoso carnet del coche. Es triste. Muy triste. Es triste ver que se pasa el parte de firmas, la gente firma, se levanta y se va. Es triste. Muy triste.
Yo no soy historiador. Y seré seguramente más torpe que la gran mayoría de esos alumnos que se levantan. ¿Y qué? Lo importante es conocer. Sapere Aude. ¿es posible la concepción de un médico, abogado, economista, con tal desinterés por esos asuntos de vital importancia? Es la memoria de su país. La historia de España, de su país. Su historia, al fin y al cabo. No pasa nada. Al fin y al cabo, los cien “lerus” del curso son de papaíto.
Hoy al final, en otro acto, se han repartido libros con las ponencias de un curso del año 2003 sobre el exilio español editado por la fundación El Monte. La gente del curso también ha vuelto a brillar por su ausencia en gran parte. Estaba el círculo irreducible de especialistas y alumnos algo motivados por el asunto. Además claro de gente que se ha desplazado a Carmona especialmente para el acto, tal como la ex-consejera socialista andaluza Hermosín.
Los demás alumnos estarían bebiendo su cerveza a esa hora. Yo me la bebí unas horas después…leyendo por encima la historia de gente a la que debo estar aquí. Algo falla. ¿Tendrá Marta razón? Me niego a ello, obviamente.
Empiezan las gaitas de Luar na Lubre.

Laín Coubert

5 comentarios:

Marta Álvarez Martín dijo...

Claro que tengo razón Visueño. El mundo no cambiará... no porque no sea posible, sino porque nadie quiere cambiarlo. Esos jovenes de las últimas filas, desinteresados, son el futuro de nuestro país.

Marta Álvarez Martín dijo...

Claro que tengo razón Visueño. El mundo no cambiará... no porque no sea posible, sino porque nadie quiere cambiarlo. Esos jovenes de las últimas filas, desinteresados, son el futuro de nuestro país.

laín-seiduma-loman dijo...

aahhhhhhhhhhhhhhhhhh. Gaditana, gaditana....¿a lo mejor el futuro eres tú?

Anónimo dijo...

Enjoyed a lot! » »

Anónimo dijo...

Very cool design! Useful information. Go on! » »