Cuando escucho la vieja voz de mi sangre
que canta y llora recordando
pasados siglos de horror,
siento a Dios que perfuma mi alma
y en el mundo voy sembrando
rosas en vez de dolor.
martes, marzo 01, 2011
Me gusta ser un llorón
Qué pena de aquellas personas que nunca han llorado por la impotencia de lo no logrado. Quizás es que nunca soñaron con llegar a la playa y sólo se contentaron con hacerse el muerto sobre las olas. foto
No hay comentarios:
Publicar un comentario