Cuando escucho la vieja voz de mi sangre
que canta y llora recordando
pasados siglos de horror,
siento a Dios que perfuma mi alma
y en el mundo voy sembrando
rosas en vez de dolor.
viernes, enero 29, 2010
El compañerismo y el hijoputa
Sin palabras me deja la frase de Esperanza. Increible que sea un "compañero".
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