
Y el libro no decepciona, porque la vida que recoge, la del espía alemán Richard Krebs no podría nunca pasar como otra cualquiera. En muy pocos años vivió tantas experiencias que parece increible como en su vida se condensó tanta historia del siglo XX.
Involucrado desde muy joven en los movimientos comunistas alemanes, llegó a ser un miembro destacado del aparato internacional del PC, marchando a multitud de países de todo el mundo. a preparar huelgas y sabotajes que prepararan la llegada de la dictadurad el proletariado. Fue detenido y torturado por la Gestapo, y luego pudo escapar creando un plan con la GPU comunista, de la que también tuvo que huir finalmente, cuando el movimiento comunista derivó en una inercia de purgas y muertes.
El libro contiene pasajes increibles como los que están referidos a su mujer, que murió a manos de la Gestapo, o en los que muestra los acuerdos entre nazis y comunistas para derribar a los socialistas, o en los que denuncia la cara oculta de la URSS.
Sin embargo lo más llamativo del libro es la descripción que hace del proceso que lleva al autor y protagonista a desilusionarse ante la deriva del movimiento por el que tanto luchó y sufrió, espejo de la historia de la URSS de Stalin, un entramado creado en base a asesinar a todo el que discrepaba.
La noche quedó atrás es un libro excepcional, lleno de enseñanzas que deberíamos aplicar hoy en día que también caemos, afortunadamente a otros niveles, en la persecución del que piensa diferente en demasiadas ocasiones.
Está publicada por Seix Barral.
Laín Coubert
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