viernes, noviembre 28, 2008
jueves, noviembre 27, 2008
Esa buena gente que ha crecido haciéndome feliz

Cuando pasen diez minutos abriré el libro de Clara Sánchez. Cuando pasen 40 minutos lo cerraré y me metere debajo de un revoltijo de mantas y sábanas. Cuando pasen 45 minutos estaré dormido. ¡¡ Yo no tengo estrés!!
Alguien podría pensar que es poque no hago nada en el día. Puede ser. Aunque lo cierto es que si no hiciera nada seguramente dormiría algo peor. Creo que lo importante es saber, y estar seguro de ello, que ese día que termina ha sido otro día en que te has esforzado y has luchado por mejorar, y con ello, mejorar otros aspectos de nuestra sociedad.
La política en el nivel local es muy reconfortante en ocasiones. Y más ahora cuando creo, opinión discutible pero sincera, se hace más que nunca. El Viso debe aprovechar la ocasión que este Alcalde supone. Los que lo critican estan cegados por otros factores.
Hoy en día un Ayuntamiento es una maquinaria compleja. Mucho más de lo que era en tiempos pasados cuando los alcaldes eran Pepe o Paco. Sólo pensar que no existían ni móviles ni internet da una muestra de ello.
Me gustaría seguir ayudando a este proyecto ilusionante, pero obviamente sin perder por ello mis ratitos en el Lámpara (¿Lampibar? como te has pasao Juan!!!), mis charlas en el Club de Lectura, mis cervezas con Salvi y Pablo, los viajes locos y sin pensar, mis barbacoas "for two persons" jeje, mis escapadas en la vieja Orbea.....
Pero creo sinceramente que lo estoy consiguiendo. Gano y no pierdo. De ahí seguramente mi sueño sin problemas.
Gracias por aportarme esa felicidad que me daís siempre, amigos/as.
Laín Coubert
lunes, noviembre 24, 2008
Esas cosas raras llamadas libros (y XXV)

Un libro que se desarrolla durante el mandato de Allende en Chile, y que dibuja la amistad entre Neruda y el muchacho que le acerca la correspondencia.
La poesía contenida en el mar, en las gaviotas y pelícanos, en el olor de las cocinas, en el amor, se pasea por este libro y sus páginas.
Un libro muy recomendable.
En mi peculiar y discutible sistema de puntuación le pondré un 9,3.
Laín Coubert
lunes, noviembre 17, 2008
Volver a vernos

El viernes pasado compartí viaje con dos compañeros antiguos de clases. Los recuerdos llaman ruidosamente a la puerta. Y la puerta se abre....
Algunos andamos por aquí. Otros muy lejos. Algunos/as incluso están ya casados/as. Pero nuestras miradas siguen siendo las mismas.
Hemos pasado de fase en el videojuego. Pero seguimos siendo los y las protagonistas de aquellas historias entre 4 paredes.
Estamos preparando una cena para recordar aquella fiesta de fin de bachillerato.
Si pudiera acelerar el calendario para que llegue ese finde de mayo lo haría sin dudarlo.
Ansío veros!!!
Laín Coubert
lunes, noviembre 10, 2008
Esas cosas raras llamadas libros (y XXIV)
La Guerra Civil en El Viso del Alcor: la memoria recuperada es el fruto de una multitud de entrevistas realizadas a personas mayores. Esta información se complementa con documentación. Pero lo importante nace de ahí mismo. Del hecho de que la documentación complemente a la historia de vida de las personas y no al reves. Las personas mayores son las portadoras del llamado ADN social, de la historia de los pueblos, y por ello, entre otras cosas, merecen ser escuchados. Desgraciadamente, nuestra sociedad pocas veces lo hace.
En este caso además, con la importancia del tema que trata. La Guerra Civil. Guerra donde se mataron hermanos, una supuesta guerra ideológica carente de ideología, pues los soldados, las mulas como diría Eslava Galán, mataban y morían son saber porqué.
Al ir leyendo el libro dos posiciones me asaltaban. Por un lado la ilustrada por la postura de aquella vieja amiga de la residencia alcalareña, fallecida hace un par de años, cuya historia me dejaba pasmado cada vez que tenía la oportunidad de escucharla. "Que se joda el enano que he aguantado más que él". Por otro lado la postura de mi abuela: "¿por qué es necesario remover eso?". Aunque la verdad es que, cuanto se pincha un poquito, ella misma cuenta con ganas recuerdos que se pierden en su memoria. "Yo me asomé a una tapia con mi amiga y vi el carro con los muertos, pero un civil disparó al aire para asustarnos".
La recuperación de la memoria de nuestros bisabuelos o abuelos es una parte importante de nuestros deberes para enterrar el odio. Y es recuperar la memoria. No recuperar la historia. La historia la hacen los historiadores. O por lo menos se creen ellos eso. Porque el libro de Solano es un compendio de trazos y retales de vidas que, desgraciadamente, se vieron rotas demasiado pronto. Y eso no es historia. ¿O sí? Porque la historia, al fin y al cabo, está compuesta de pequeñas historias de personas normales, de anecdotas, y de luchas que no aparecen en los libros de los colegios, pero que han conseguido que hoy estemos aquí.
El libro se puede conseguir a través del correo solano@colectivosolano.org o bien a través de cualquier persona relacionada con Solano, colectivo que merece un reconocimiento ante este libro.
Laín Coubert
domingo, noviembre 09, 2008
Kristallnacht

Ahora que estoy leyendo retazos de nuestra historia se refleja que en el fondo algunos relatos tienen el mismo guión.
El 9 de Noviembre de 1938 miles de comercios, sinagogas, cementerios y hogares de ciudadanos judíos fueron destrozados en Austria y Alemania durante la noche que fue recordada como la 'Kristallnacht' (Noche de los Cristales Rotos), en referencia a los miles de viviendas y establecimientos que sufrieron la rotura de sus escaparates y ventanas.
Esa misma noche treinta mil judíos fueron arrestados por las SS y enviados a campos de concentración, y un centenar fueron asesinados.
Era el preludio del Holocausto en Europa, en el que perecieron 6 millones de judíos.
El acontecimiento que utilizó el aparato de propaganda nazi para desatar este estallido de violencia antijudía fue el asesinato en París, dos días antes, del diplomático alemán Ernest Eduard von Rath a manos de Herschel Grynszpan, joven judío alemán refugiado, en venganza por la deportación de su familia a Polonia.
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 el ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, leyó desde el ayuntamiento de Munich una arenga antisemita a la que siguió una terrible oleada de crímenes y destrucción contra la comunidad judía.
Después de esta explosión masiva de violencia se obligó a los judíos de Alemania, a los que la ley prohibía pedir indemnizaciones a sus aseguradoras, a pagar una multa de mil millones de marcos por los daños producidos.
Este día, que recuerdan los judíos de todo el mundo, marca uno de los puntos de inflexión del éxodo de miles de judíos de Europa. Los que se quedaron corrieron peor suerte: la inmensa mayoría pereció en los campos de exterminio nazis.
Esa misma noche treinta mil judíos fueron arrestados por las SS y enviados a campos de concentración, y un centenar fueron asesinados.
Era el preludio del Holocausto en Europa, en el que perecieron 6 millones de judíos.
El acontecimiento que utilizó el aparato de propaganda nazi para desatar este estallido de violencia antijudía fue el asesinato en París, dos días antes, del diplomático alemán Ernest Eduard von Rath a manos de Herschel Grynszpan, joven judío alemán refugiado, en venganza por la deportación de su familia a Polonia.
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 el ministro de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, leyó desde el ayuntamiento de Munich una arenga antisemita a la que siguió una terrible oleada de crímenes y destrucción contra la comunidad judía.
Después de esta explosión masiva de violencia se obligó a los judíos de Alemania, a los que la ley prohibía pedir indemnizaciones a sus aseguradoras, a pagar una multa de mil millones de marcos por los daños producidos.
Este día, que recuerdan los judíos de todo el mundo, marca uno de los puntos de inflexión del éxodo de miles de judíos de Europa. Los que se quedaron corrieron peor suerte: la inmensa mayoría pereció en los campos de exterminio nazis.
Laín Coubert
Charlas entre amigos

-Quillo, ¿fuiste a Estepa con tu novia no?
-Si tio. No veas para subir las cuestas jejeje.
-Aquello es precioso. Todavía lo recuerdo de cuando fuimos a conocerlo.
-Además tiene tela de historia.
-Ya te digo. Desde siempre. Incluso en la Guerra Civil.
-La guerra donde se mataron los hermanos.
-Como todas las guerras. Siempre es una lucha por el poder. El poder cambia lentamente de manos. Pero cuando se intenta acelerar el proceso, los que lo tienen se dan cuenta, y se niegan a ello. Es como la evolución biológica. Si se aceleran las mutaciones....chungo.
-Y allí empezaron a coger el poder los que no lo tenían. Los hijos e hijas de las madres y padres con las manos destrozadas de trabajar.
-Y a los que tenían las manos sin manchas de trabajo no les hizo mucha gracia.
-Obviamente.
-Tal como ocurre hoy.
-Igual, puesto que es algo que no cambia.
-Derecha e izquierda. Izquierda y derecha. No existen los límites. Los límites son entre tener "limpiadora", "chacha", o no tenerla. Ahí está la clave. Gente de izquierdas con limpiadora......uffff. Siempre me han hecho gracia esos de izquierda, que para quitar la mierda no pueden mancharse las manos y contratan a otra gente. ¿No era eso lo que criticaban durante la República sus antepasados ideológicos?
-Las mutaciones se han acelerado.
-Y nosotros hijos de limpiadoras.
-A mucha honra. Hijos de madres que de verdad han luchado por nosotros.
-Por eso algunos nos odian ¿no?.
-Algún día haremos que nos odien de verdad, tú tranquilo.
-Eso.
-¿Otra Paulaner?
-Échala....
Laín Coubert
lunes, noviembre 03, 2008
Memoria

Recuerdo el poema de Sergio Borao.
A favor del viento
silban las balas
en el Sur.
Mueren los hombres
sin haber comprendido los motivos,
acaso intuyendo confusos ideales
o indescifrables causas presuntamente justas.
Mientras, el hambre es verdadero.
Palpable el sufrimiento de las mujeres
con la olla en el fuego para nadie.
Manifiesto, el horror de la agonía.
Siempre los hombres luchan contra el hombre.
Siempre se derrama la sangre de los pobres.
Foto de Funadium (Flickr)
Laín Coubert
domingo, noviembre 02, 2008
Esas cosas raras llamadas libros (y XXIII)

Novela divertida, con una acción considerable, a la que quizás le falta un final algo más "redondo". Quizás el final no esté a la altura del resto del libro. Algo que le ha ocurrido más veces a este autor...
Las peripecias de dos hermanos alrededor de un misterio que les presenta su nuevo amigo Roland. Fantasmas, misterios y promesas reunidas en apenas 220 páginas.
Se puede encontrar en Planeta.
6,7 sobre 10
Laín Coubert
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