En rojo

Ayer por la noche las paredes azuladas de mi habitación se vistieron de rojo. El día de las hogueritas. Me trae ello al recuerdo carreras por medio de un trozo de campo, apilando madera, risas, algún que otro resbalón, ilusión, algún que otro corte con la inevitable sangre de compañera. Javi, Santi, Melchor, Arsenio, Dani, "Jose", Paco....Nombres que ocupaban los días recordados. Las hogueritas que eran rojas y ahora son en blanco y negro.
Yo estoy repasando un texto de Vallejo-Nágera y buscando su libro estrella en internet. De segunda mano, obviamente. "Los rojos tienen patrones conductuales que señalan deficiencias coginitivas y rasgos picopatológicos". Ahí es nada maestro. Un librero catalán ofrece un ejemplar en buen estado por un precio módico. Opción elegida: contrareembolso.

Las risas arrecian frente a mi casa. El rojo pierde fuerza. El ordenador vuelve a reproducir con fuerza "bullet with butterfly wings".

Bajo a beber. Y al final termino "bebiendo" un mantecado de chocolate.
Navidad, dulce navidad.

Vuelvo a las hojas que leo. ¡Tendrías que estar liado con las oposiciones! ¡Y no con estas tonterías!
Cuando era pequeño nunca conseguía ordenar las cosas por orden de importancia.
Y ahora, ese fantasma me persigue.

Me levanto y abro la ventana. Un aire frío llena la habitación. Un aire frío acompañado en el baile por el aroma del fuego que trae los viejos recuerdos.

Y mientras, Bush cantando bajo un árbol.

Navidad, dulce navidad.

Laín Coubert