
Poquito a poco se va acercando la primavera. Yo ya lo noto en las reservas de productos contra la alergia que van llenando los cajones de mi casa. En primavera suceden cosas interesantes. Y no me refiero a que las mujeres lleven menos ropa, que sois muy listos vosotros. Me refiero a que gran parte de mis vecinitos (con cariño) se emocionan por esas fechas. La Semana Santa es una fiesta que mueve pasiones en este pueblo de El Viso. Yo, como soy más raro que un submarino descapotable, pues no soy demasiado cofrade. De pequeño me acojonaban los tambores de los músicos. Parecía que mis oídos estaban mejor con Julio Iglesias, que es mucho decir. Y las imágenes nunca han sido mi fuerte pues no las reconozco más allá de lo que diferenciaría a los habitantes de Pekín.
Pero afortunadamente tengo amigos cofrades que insistentemente me han bombardeado con palabras que no entiendo y con expresiones que hacen que mis cejas se levanten. Qué haría yo sin los "CC", uno de la Borriquita y otro de la Esperanza. Uno hasta consiguió que me subiera a bordo de su hermandad, pero la verdad es que debo de ser el hermano más raro de todos.
Dicho todo esto debo reconocer que hay momentos de la Semana Santa visueña memorables. Caída de pétalos, costaleros de rodillas, sudor en las frentes, pupilas azules, marrones y verdes buscando la cara de la imagen, el humo de los cirios perdiéndose en el Calvario o jugando entre las luces de la calle Rosario, túnicas de nazarenos al vuelo, niños con sus bolas de cera, olor a incienso, susurros al pasar del paso, el sonido de una saeta lejana, silencios desgarrados por el sonido de los corazones, miradas que se levantan tras el abrigo que te oculta del frío en la noche de La Piedad, flashes al paso de las comitivas, promesas que se pagan al tocar la piel el frío asfalto, risas en grupos de niñas al ver las miradas en grupos de niños...calles de El Viso llena de visueños y visueñas, llenas de vida.
Ojalá la fiesta se mantenga. Es el legado cultural más importante para esos que tienen que venir detrás de nosotros. Y a poder ser, sin muchos cambios. Bueno, con algunos. Por ejemplo, que Cordero por fín pueda ver por su barrio el paseo majestuoso de ese sueño que tuvo hace años y poco a poco se va materializando. Que la gente alce los ojos para contemplar lo que el esfuerzo de un grupo de jóvenes puede conseguir. Que la Esperanza llené los corazones del Huerto Queri.
Mientras tanto, pues os invito que vayais a la Chicotá. Tampoco sé lo que significa esa palabra, la verdad. Bueno, la verdad es que si lo sé. Es el nombre de un bar donde os podeis encontrar un buen ambiente, una buena comida, una buena cerveza y un montón de buena gente. Eso sí, empezando por los tres dueños. Juan, Cordero y Pollo. Cream de la cream.
Saludos a lo.......Luis Fabiano.
Laín Coubert